EL APARATICO
Igual que en la Creación
pasó con el aparato.
Así llegó el resplandor
apenas me lo encajaron.
Bien derecho, firme y duro.
Bien enganchado, no suelto
para desechar peligros
siempre que estuviera 'abierto'.
Y qué gusto da dormir
aunque no lo lleves puesto
pues quién con ese tamaño
se atrevería a moverlo.
¿Quién te lo sacudiría
cuando estuviera empolvado
a consecuencia del uso?
Es arcano muy guardado.
Lo conservo limpio y puro
para cualquier contratiempo.
Lo libro de todo mal y lo preservo de enredos
máxime en las horas punta,
¡que es cuando hay que apetecerlo!
Pues que se esté paradico
y que aguante al encendello,
y que nadie me lo toque
ni lo mancille. ¡Eso, eso!
¡Ah! ¿qué se han pensado ustedes
pueda ser este instrumento?
¡Ay! qué sombras de sospecha
enturbiaron tales versos?
Por las pistas deduzcamos
sea asunto transparente:
Trata de un simple aparato
que tienen todas las gentes.
De los de toda la vida.
De los que lucen de día
y mejor aún si de noche.
El letrero, por delante.
Luego, seguido, el suspense.
Créanlo o sean escépticos:
Como APARATO ¡se entiende!