PARA GANAR TIEMPO AL TIEMPO
['Con la debida calma, en calma se revistió de gloria']
Tengo dispuesto un lugar en la intemperie,
sin enredo ni trampas,
con trazado geométrico
donde solo quepan
quietud, brisas y encantes.
Donde solo dos cuerpos
con un único aliento.
Tengo hasta volverme tránsito.
Tengo que me tengo
breve estancia sin más.
Con audiencia
para robarle horas
al tempo intempestivo,
al aire orquestal
todo atmósferas,
hasta sí, Suite triunfal
indolente al paso.
RAMOS, RAMILLETES
[Ni un rastro de amargor. Total hondo mar]
[pantalla completa]
Este,
este es el festejo apetecido
en horas sin tiempo.
Estos los airosos sones,
máxima ofrenda a diletantes
-para quién nostalgia pura-
que os otorga un ruiseñor,
señor, en cuerdas arqueadas,
tan de sumisas, dóciles,
que hacen del sitial de suite, secuencia,
impacto y contrapunto.
Sabe a ramo y ramilletes.
Sabe a dueño.
Sabe a privilegio y fervor.
Sabe a que se avengan los insomnes
desde su umbral onírico.
Sabe a tanto,
oh, y supiérais,
a hoja de acanto.
A justo, real contento.
Sabe un festear de siestas.
Decid ramilletes. Decidles, ramos.
Trasunto y rigor, courantes.
Que lo supo Johann
Que lo puso el amo
a impetuoso mar
a-
cordado.
LAS ESTRELLAS
[Aun a tiempo parcial brillan inalcanzables]
Otras perseidas se desglosan
entre regocijantes y tiernas
por que nada las abisme
al mar tenebroso.
Por que nadie, en viéndolas,
las arrebate con nocturnidad.
Vedlas, como quien ve
en fatuo instante
una pizca derramada de glorias.
Y dejadlas desaparecer
como quien ni ve descosidos
del éter.
Éstos, los puntos celestes
que una vez intuyó el estro genial
y los llamó planeta y dios
para
siempre.