DEL APRISCO Y AL PASTO
[Aún sueltan yerba verde en hacecillos ligeros]
Y por abrazarse a un sol
de silencio
solo intermitente soledad.
Y por despeinar fulgores
del setiembre desclasado
Y por remendar con luces
la vanidad postrera del verdísimo valle.
Solo y aun por eso
se acordaban mano a mano
dos fantasías .
-A pastar yerba henchida lujuriosa
-A trotar de clamor un arte convenido.
Y aplicar a deshora
este veredicto, tal,
que alegre ocaso mueva
a hurtarse convertido entre la hierba
flor. Y por flor,
tan solo amor,
vivo de amor por sus amores,
¡ea, que rían cielos
si dos pastores
dioses!
DEL LLANO AL VALLE
['Una comparsa lo sabe bien']
¿Quién te contaba de qué forma muere una estepa desolada?
¿Quién te dictaba a golpe de rumor
el tiempo digno del vacío?
¿Quién te enseñaba
en c a l m a
a modificar horizontes de roca y frío?
No importa si no recuerdas
que era yo, tutor de la senda,
quien te impuso
acogerte
al silencio urgente.
¿Recuerdas cómo se diluye
temprana la faz del aire?
¿Recuerdas, sí, cómo cabalga la hipnosis
cuando el sueño palpable la derriba
a realidad colosal?
¿Recordabas, sin más, marcándose sitios
entre el páramo un trigal sediento?
No importa
acalles el nombre.
Bastará repartas
rincones con poetas
vendavales con pájaros de fuego
agostos con inquietudes
musas con carta lacrada
lágrimas de sal con universo entero.
Y a alguien le contarás
que todo era
M
E
N
T
I
R
A
en el lago de las A P A R I E N C I A S
[en 'lasmanosdeplaton' y 'dulcineas']