GUARDA UN RETABLO
[a las vistas va y viene.
Te he proclamado un nombre:
Verano]
Tengo dos imanes velando
las esquinas de la navegación estival
por si acaso.
Por si acaso se desquicia
el cóctel embriagador.
Dejo caerte al laberinto infiel
en tanto me suspendes la feria de los sentidos
y me anuncias
sirvientes con estrellas,
desde Andrómedas encadenadas.
Eludo los bramidos de la suerte,
incautos,
sed turbante
hasta la cesura
de sol ardiente/ cegador,
'alfa y omega'.
[Mas, que más es pura la azucena
que al cielo sube. Puro el amor,
llanto
de los querubes.]
Que tengo imantadas las orillas
oh, miríficas, aguardándote
por
si acaso.
Ya se agostarán imanes
de puro estrechos
-los imaginabas,
los imaginabas
tanto,
que languidecen
antes de auscultarme desde polos
o
p
u
e
s
t
o
s
Tengo la neta sensación
en la salida furtiva al cielo
r
a
s
o
antes de rozar las noches.
Cuatro, repoblando
prendas
ojos
labios
cuellos y vulgar extravagancia
sanjuanera.
Al filo de estos retablos.
Juramento
en vano.
.