EL GLAUCO PUENTE

cada mañana asuma la ligereza de los

 buenos   tiempos

cada vendaval, su  día
cada orgía, su costumbre
       -libro IV-

nunca estábamos de vuelta

pero los sauces se marchitaron

dinos que  la pereza
como la semántica
como la mínima común caricatura,
como el mundanal instinto
jamás excusan verdad

ramo de las pesadillas
para habitar el ombligo viscoso de tu ardor

la retama,

andan sobrados de  ocio

solo reconocen las cadencias

y de la cadencia, la leve humedad

una vez abonarán  el pá

 la tierna tierra firme/

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